Beginning: a ‘Pastoral’ by Giannina Braschi from… El imperio de los sueños / Empire of Dreams (2011) Yo hago la afirmación. Yo hago la exclamación. Yo soy la inquisición de los recuerdos. Y me aburren los puntos y las comas. Me aburre la duda. Y sobre todo la memoria. Me aburren los recuerdos y he llegado a la cima del mundo para quemarlos. En este libro están mis recuerdos. Escúchenme damas y caballeros. Éste es el funeral de los recuerdos. Éste es su cementerio. Y éstas son sus honras fúnebres. No los adoro ni les tengo ningún respeto. No le pertenecen a nadie. No le pertenecen a la tumba. Y ni siquiera le pertenecen al recuerdo. Ya todos han visto las quimeras rojas y las quimeras negras. Han visto las borracheras y los banquetes. Y después ha llegado la resaca del recuerdo y ha arrasado con la vida. La muerte se llama recuerdo. Y el tiempo también. Y también los malditos recogedores de basura. Me refiero a los pastores del recuerdo. Y los recuerdos son sombra. Y los recuerdos son muerte. Yo no soy un recuerdo. Yo no soy un arsenal de epítetos ni de metáforas. Yo soy la estrella y la estrella alumbra. Soy afirmación. Y no quiero conceptos. No quiero abstracciones. No, No, No, y No. No soy punto y coma. Quiero punto y aparte. Quiero acabarlo todo de una vez. Sin arrepentimientos. Sin recuerdos. Escúchenme damas y caballeros. Escuchen el sermón de los recuerdos y de las lamentaciones. Escuchen el infierno. Por qué no hice lo que debí haber hecho. Estoy arrepentido. He pecado. Tengo recuerdos. Y tormentos. Me estoy quemando en el fuego de los recuerdos. Por qué no me habré quedado quieto. Por qué habré hecho aquello. Yo me arrepiento mil veces. Por qué te traicioné y por qué te recuerdo. Ay, y cuánto dolor y cuánta pena. Ay, y te dejé plantado en la calle. Escúchen a los recuerdos. Escúchenlos de nuevo. Por qué te tracioné. Por qué te fuiste y me olvidaste. Y me lamento y te recuerdo. Escuchen la telenovela de las seis y escuchen al recuerdo. Ay, y ahora qué me queda. Me quedan los apartes y los monólogos y los recuerdos. Me quedan las sombras. Me quedan las memorias. Yo no quiero monólogos ni lamentos ni apartes. Yo soy un pájaro que canta. Yo soy un niño. Yo soy el ruiseñor. Qué saben el invierno o el otoño o la primavera o el verano del recuerdo. No saben nada del recuerdo. Saben que pasan y que vuelven. Saben que son estaciones. Saben que son el tiempo. Y saben afirmarse. Y saben imponerse. Y saben sostenerse. Qué sabe el otoño del verano. Qué lamentaciones tienen las estaciones. Ninguna odia. Ninguna ama. Y pasan. I make the affirmation. I make the exclamation. I am the inquisition of memories. And I am bored by semicolons. I am bored by doubt. And above all, by memory. I am bored by memories and have reached the top of the world to burn them. My memories are in this book. Listen to me, ladies and gentlemen. This is the funeral of memories. This is their cemetery. This is their service. I don’t worship them or respect them in any way. They belong to no one. They don’t belong to the grave. They don’t even belong to memory. You’ve all seen the red chimeras and the black chimeras. And you’ve seen the drunkenness and the banquets. And then the remains of memories came and cleared away life. Death is called memory. And so is time. And so are the damned garbage collectors. I mean the shepherds of memory. And memories are shadows. And memories are death. I am not a memory. I am not an arsenal of epithets or metaphors. I am the star, and the star shines. I am affirmation. And I do not want concepts. I do not want abstractions. No, no, no, and no. I am not a semicolon. I want a period and a paragraph. I want to end it all, once and for all. Without any regrets. Without memory. Listen to me, ladies and gentlemen. Listen to the sermon of memories and sorrows. Listen to hell. Why didn’t I do what I should have done. I repent. I have sinned. I have memories. And torments. I am burning in the flames of memories. Why didn’t I keep quiet? Why did I do that? I repent a thousand times. Why did I betray you, and why do I remember you? Oh woe, woe’s me! Oh, and I left you standing in the street. Listen to memories. Listen to them again. Why did I betray you? Why did you leave and forget me? And I grieve and remember you. And the worst were my tears. And the worst was remembering you. Listen to the soap opera and listen to memory. Oh! Now what’s left for me! Just monologues, soliloquies, and memories. I’m left with shadows. I’m left with memories. I don’t want monologues or sorrows or soliloquies. I am a singing bird. I am a child. I am the nightingale. What does winter or autumn or spring or summer know of memory? They know nothing of memory. They know that seasons pass and return. They know that they are seasons. That they are time. And they know how to affirm themselves. And they know how to impose themselves. And they know how to maintain themselves. What does autumn know of summer? What sorrows do seasons have? None hate. None love. They just pass.
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